Muchas gracias por el apoyo mostrado para el aniversario =) So, este es el primer post oficial del segundo año de existencia de Cosas Mundanas =) Y decidí volver a lo que nos caracteriza: idilios del corazón. Ahora analizaremos cómo puede un hombre o muchacho conquistar a una mujer o muchacha. Espero que lo disfruten.
Niños, adolescentes, hombres solteros y viudos; hoy les traigo un tema que de seguro será de su interés: conquistar a una damisela. No creo que hayamos revisado este tema aún, así que siga leyendo; probablemente cuando lleguemos al final usted será alguien capaz de impresionar y moverle el tapete a la misma Claudia Schiffer – jajaaa… digamos.
Bueno, el primer paso es definir el objeto a conquistar: mujer, hombre, la cuñada – no es recomendable a menos q quiera causar un desfarrancho familiar -, la empleada doméstica – ídem – o el perro del vecino – hey! No condenamos las filias por más enfermas que parezcan y sean. Pero por motivos de facilidad, sólo nos enfocaremos en las mujeres – y quizás alguno para bajarle la mujer a tu hermano.
Para conquistar a una mujer hace falta dedicación, imaginación, pasión, personalidad, educación y honestidad – diría ‘perseverancia’, pero así es como surgen los acosadores. Desde el momento que una muchacha se fija en usted como un posible candidato a la silla de honor de su corazón, usted puede empezar a sumar puntos como un posible príncipe azul. Tiene que demostrar que usted es la perfección – o algo así – a la hora de saber tratar a una dama. Tiene que ser refinadamente elegante, orgulloso pero no arrogante, inteligente pero no sabiondo; usted, como posible gobernante de corazones, tiene que saber como ser Mr. Right.
Una manera de sorprender a la muchacha de sus deseos – qué raro se lee – es ser alguien detallista, alguien que se fija en las cosas que pasan desapercibidas para todos los demás. Ser un muchacho que se fije cómo se arquean sus cejas ante la sorpresa, que sin ninguna razón le regale algo pequeño que sea significativo o se relacione con algo que ambos hayan vivido, que pueda dibujar una sonrisa de memoria, que recuerde ese lunar en la mejilla o en el cuello, que recuerde fechas importantes… claro que estas cosas deben saberse por convivencia, no por algún tipo de acoso ¬¬ cabe mencionar.
Ser caballeroso, por supuesto. La caballerosidad no hará más que sumarle puntos. Abrir la puerta para ella, donarle la chaqueta o sweater si ella tiene frío, con un paraguas evitar que se moje aunque usted termine empapado, caminar junto a ella, ofrecerse a ayudarla a cargar algunas cosas que lleve – lo permita o no, usted quedará bien parado -, ofrecerse a pagar la cuenta en algunas ocasiones – si ella insiste y rehúsa que sea de esa manera, dejad que lo haga.
Ser coqueto. Antes de que, como es costumbre, sonría sin saber qué voy a escribir; debe usted saber que no me refiero a un flirteo con todo ser humano que tenga cierta semejanza a una mujer – cuidado! porque hay “unas” que traen sorpresa (entiéndase: hombres vestidos de mujer). Nos referimos a una forma de ser que sirva para construir cierta confianza entre la posible pareja, un leve coqueteo para empezar a ver cómo responde ella y hacerla sentir halagada. Véalo como si fuera preparar y reunir los materiales para encender una fogata. Muy de vez en cuando usted puede soltar un comentario halagando la figura de ella y/o un comentario pícaro, pero OJO! No se extralimite y empiece con los comentarios léperos: “Chttt… Qué buen baúl tienes, mamacita!” o “Qué rica, mamiii” o “Ayyy, ricura, estás como quieres”.
Ser fuera de lo ordinario. Claro, con medida. Imagínese se presenta en casa de su querida montado sobre un caballo vistiendo ropas del siglo XIX, lo más probable es que la señorita quede así (O.o) Y eso no es tan bueno para lo que buscamos. Cuando usted y ella sean cercanos, exprésele como se siente por ella con alguna canción – y si usted la compuso, mejor -, escríbale un poema – o busque poemas de amor de autores desconocidos y póngale su nombre al fondo. También, si su voz no es algo horrendo – como probablemente es – intente cantarle alguna canción bonita. Si usted es algo coordinado, puede caminar sin caerse y a ella le gusta bailar; baile con ella. Envíele flores anónimamente, pero con una muy discreta señal que son enviadas por usted.
Sepa escuchar, descifrar lo que ella dice. En otras palabras: póngale atención a todo lo que ella diga. A mi qué me importa que el sobrino del hermano de la concuñada de la mejor amiga de la prima en tercer grado de la abuela de su papá haya contraído gripe aviar mientras hacía la peregrinación anual al Tibet? – Efectivamente, eso qué me importa. Pero, póngale atención. Algún día usted puede beneficiarse de haber hecho ese sacrificio enorme de escucharla. Claro q también está el plan B. Ponga su celular en modo de grabación y practique mucho para que su expresión de ‘mirada al vacío sin poner atención’ parezca como que realmente está escuchando y meditando lo que la otra persona dice. Y cuando se vaya a dormir, póngase a escuchar la grabación. Tal vez el subconsciente le haga el favor.
So, ahí lo tiene. El 11º Comic en prosa que hacemos. El tema siguiente?… Ya veremos cuál tema analizaremos el otro mes. Mujeres, be careful… ustedes pueden ser nuestras siguientes víctimas ;)
Nos vemos el lunes con otro comic salvadoreñamente especial ;P
P.S. Ya tenemos sección de Enlaces =D Vale la pena revisar los sitios que he enlazado (hasta el momento, webcomics) ^^